por Este sábado el discurso populista agresivo de Trump ha sido derrotado por el moderado de Joseph Robinette Biden Jr. en unas elecciones con los índices de participación más altos desde 1900. La mayoría de los medios de comunicación anunciaron su triunfo tras actualizarse los datos de Pensilvania otorgándole la victoria final.
“Es una reivindicación de muchas personas que realmente han sufrido” y que “es muy importante poder tener paz y tener la oportunidad de un nuevo comienzo” ha celebrado entre lágrimas Van Jones, analista político de la CNN.
El candidato electo ha prometido restaurar la normalidad política y el espíritu de unidad nacional. “Es hora de que Estados Unidos se una. Y sane. Somos Estados Unidos. Y no hay nada que no podamos hacer, si lo hacemos juntos”, declaración publicada en The New York Times.
Una victoria que se ha visto reforzada por el interés de Biden a la hora de demostrar sus diferencias con Trump, eligiendo a Harris como futura vicepresidenta. Pues es hija de inmigrantes, india y jamaicano.
Durante el mandato de Trump las tensiones y las brechas sociales se han incrementado, lo que ha generado hartazgo popular y rechazo. Un claro ejemplo es Washington, ciudad que se vio obligada a tapiar sus comercios debido a que se creó un clima de miedo a posibles manifestaciones y enfrentamientos postelectorales. Ahora ésta le da la bienvenida al nuevo presidente. Celebraciones populares que también han inundado las calles de New York.
Trump niega su derrota y ha llevado el resultado a los tribunales. Así mismo arremete contra los medios en un comunicado donde manifiesta que son “los votos legales los que deciden quién es el presidente, no los medios”, declaración publicada por El País.
La intensa popularidad de Trump en las zonas rurales provocó que en el inicio del recuento electoral, las cifras de ambos candidatos se mantuvieran a la par. Espejismo de victoria que se derrumbó cuando la cadena Fox News anunció que Joe Biden había ganado Arizona. Derrota que denunció como fraude electoral y provocó una tormenta interna en su partido.
Parece ser que lo que más ha sopesado el electorado es la manera en la que el presidente gestionó la pandemia, ignorando a los asesores médicos y a la opinión pública junto a un discurso que genera división, cosa que no ha jugado mucho a su favor a la hora de decidir el voto.
Imagen: Biden, en su discurso durante la noche electoral en Delaware ROBERTO SCHMIDT / AFP
