‘Disculpa, ¿Sales?’, una de las frases más repetidas de la tarde del 7 de julio. Cientos de coches buscaban aparcamiento por los polígonos colindantes y donde en teoría era fácil aparcar, comenzaba a ser una odisea. Cuando finalmente encontrabas un sitio, y celebrabas la heroica capacidad conductora propia, una marabunta de personas te arrebataba de golpe toda la felicidad, pues sabías de sobra que se dirigían al mismo lugar que tú: el concierto de Juan Luis Guerra.
No eran las 19.00 horas y ya había una cola de presentes que ansiaban entrar en el recinto, unos para comenzar a coger sitio en primera fila y ver así más de cerca al artista dominicano en su gira ‘Entre Mar y Palmeras’. Y otros que solo querían tomarse algo fresquito en un día caluroso de verano, como era este domingo. Colas y colas en los puestos de comida, de peluquería o puestecillos de ropa y complementos solo indicaba una cosa, aún quedaban unas horas para el concierto.
Poco a poco la banda 4.40, que lleva acompañando al cantante 40 años, iba subiendo al escenario. La gente se arremolinaba en los extremos del escenario, pues en el centro ya era difícil meterse. ‘¿Es ese?’, se escuchaba decir mientras otros se limitaban a corear a la banda. Un ambiente de expectación que, junto al nerviosismo, mantenía con un murmullo incesante a un público intergeneracional y multicultural que allí se concentraba.
A las 22.00 horas, un cañonazo de humo al compás de ‘Rosalía’ daba el pistoletazo de salida al concierto, engalanado con su habitual gorra y una bufanda, Juan Luis Guerra daba la bienvenida a los a los casi 9.000 fans que había allí reunidos: ‘Gracias Málaga, a disfrutar de Mar y Palmeras’.
El artista comenzó por todo lo alto con sus canciones: ‘La Travesía’, ‘Vale la pena’, ‘Como Yo’, ‘Dj Bachata’ y ‘Noviecita’. Tras una interpretación vocal sublime, el dominicano quiso saber desde dónde venían sus fans allí presentes: ‘Venezuela, Panamá, Perú, España, Colombia, México, Chile, Cuba, Guatemala, Honduras, Puerto Rico… ¡Bienvenidos sean todos!’.
‘Disculpa, ¿quieres bailar?’. El público disfrutaba bailando sus salsas y bachatas más lentas con sus parejas o con desconocidos, porque para bailar no hace falta más que quitarse la vergüenza. Un concierto en el que no podían faltar sus clásicos: ‘Frío Frío’, ‘Como abeja al panal’, ‘Ojalá que llueva café’, ‘Muchachita linda’, entre otras.
El colofón final
Tras un subidón de adrenalina, con el ritmo de los timbales y bongos de 4.40, se hizo el silencio y las luces del escenario se apagaron. ‘¿Se ha acabado ya?’; ‘No puede ser’; ‘¿Y la Bilirrubina?’. Unos minutos de desconcierto que se hicieron eternos, cuando el público comenzó a corear (ayudados de un letrero un tanto chivato) ‘Otra, otra…’, cuando Guerra volvió aparecer, esta vez con una cazadora vaquera en la que se podía leer: ‘Bachata Rosa’.
Un público eufórico ante la vuelta del cantante y con una bachata conocida por todos, desde los más pequeños hasta los más mayores. Tras interpretar otros temas como ‘Farolito’ o ‘Visa para un sueño’, culminó el espectáculo con su mayor éxito mundial: ‘La Bilirrubina’, que seguida de una explosión de confeti cerraba la jornada del 7 de julio de 2024.
Juan Luis Guerra
Juan Luis Guerra es un músico, cantautor, productor y uno de los artistas dominicanos más reconocidos y premiados alrededor del mundo, es el creador de éxitos como Bachata Rosa, Ojalá Que Llueva café, La Bilirrubina, La Llave de Mi Corazón, Las Avispas, Todo Tiene Su Hora, Kitipun y muchos otros hitos del cancionero latinoamericano.
El artista, además, guarda una especial conexión con nuestro país, que ha visitado en innumerables ocasiones, y en el que durante los años 80 y 90 conquistó al público y las listas de éxitos del momento. Con este concierto, Selvatic Málaga Fest ha celebrado su segundo sold out de la temporada.
Puedes leer la crónica del French Urban Fest 2024 en Encuentros en la Maraña.